Hallazgos:
- Cada año, las colisiones causadas por el tránsito se cobran la vida de aproximadamente 1,19 millones de personas.
- Los traumatismos debidos al tránsito son la principal causa de mortalidad entre los niños y los jóvenes de 5 a 29 años.
- A pesar de que aproximadamente el 60% de los vehículos del mundo se concentran en los países de ingreso mediano y bajo, el 92% de las defunciones en la carretera se registra en esos países.
- Más de la mitad de las víctimas de accidentes de tránsito son usuarios de la vía pública vulnerables, como peatones, ciclistas y motociclistas.
- Las colisiones debidas al tránsito cuestan a la mayoría de los países el 3% de su PIB.
- En su resolución A/RES/74/299, la Asamblea General de las Naciones Unidas estableció la meta de reducir a la mitad el número de defunciones y lesiones causadas por el tránsito en el mundo para el año 2030.
Contexto
Cada año, aproximadamente 1.1 millones de personas fallecen como consecuencia de accidentes de tránsito; y entre 20 y 50 millones de personas sufren traumatismos no mortales, muchos de los cuales provocarán una discapacidad, destaca el Informe sobre la situación mundial de la seguridad vial 2023 (Global status report on Road Safety 2023).
Las lesiones causadas por el tránsito ocasionan pérdidas económicas considerables para las personas, sus familias y los países en su conjunto. Estas pérdidas se deben a los costos de tratamiento y a la pérdida en términos de productividad de las personas que mueren o quedan discapacitadas como consecuencia de las lesiones sufridas por un siniestro vial, así como al tiempo de trabajo o de estudio que los familiares de los lesionados deben destinar para atenderlos. Las colisiones debidas al tránsito cuestan a la mayoría de los países alrededor del 3% de su PIB.
Grupos de riesgo
Más de 90% de las defunciones causadas por accidentes de tránsito se producen en los países de ingresos bajos y medios. Las tasas de mortalidad más elevadas se registran en la región de África y las más bajas en la región de Europa. Incluso en los países de ingresos altos, las personas de nivel socioeconómico más bajo corren más riesgo de verse involucradas en estas colisiones.
Riesgos por edad
Las lesiones y los traumatismos debidos al tránsito son la principal causa de mortalidad entre los niños y los jóvenes de 5 a 29 años. Dos tercios de las muertes por accidentes de tránsito se producen entre personas en edad laboral (18-59 años).
En función del sexo
Los hombres suelen tener tres veces más probabilidades de morir en un accidente de tránsito que las mujeres.
El enfoque de sistema seguro: tener en cuenta el error humano
Los sistemas de transporte deberían de responder a las necesidades de los usuarios y perdonar el error humano, aunque esto continúa siendo un reto generalizado.
El enfoque de sistema seguro aboga por un sistema de transportación seguro para todos los usuarios de las vías. Este enfoque tiene en cuenta la vulnerabilidad de las personas a los traumatismos graves causados por el tránsito, y reconoce que, al concebir el sistema, debería tenerse en cuenta el error humano. Los elementos más importantes de este enfoque son la seguridad de las vías y la protección a los peatones, la circulación a velocidades seguras y la seguridad de los vehículos y los usuarios; y todos ellos deben abordarse para reducir las colisiones mortales y el número de traumatismos graves.
Factores de riesgo: la velocidad
Existe una relación directa entre el aumento de la velocidad media y la probabilidad de que ocurra una colisión, así como con la gravedad de sus consecuencias.
Por ejemplo, por cada aumento de 1% en la velocidad media, el riesgo de que se produzca una colisión mortal se incrementa 4%, y el de colisión grave en 3%. Además, el riesgo de muerte para los peatones atropellados frontalmente por un automóvil se dispara; por ejemplo, si pasamos de 50 km/h a 65 km/h, este riesgo es 4,5 veces superior. En los impactos laterales entre automóviles que circulan a 65 km/h, el riesgo de mortalidad para los ocupantes es de 85%.
Conducción bajo los efectos del alcohol u otras sustancias psicoactivas
Conducir bajo los efectos del alcohol o de cualquier droga o sustancia psicoactiva aumenta el riesgo de que se produzca una colisión que cause muertes o lesiones graves.
En los casos de conducción bajo los efectos del alcohol, el riesgo de colisión está presente, incluso con un nivel bajo de alcohol en sangre, y aumenta considerablemente cuando el conductor presenta un nivel igual a superior a 0,04 g/dl.
Cuando se conduce bajo los efectos de las drogas, el riesgo de colisión aumenta en mayor o menor medida en función de la sustancia consumida. Por ejemplo, el riesgo de accidente mortal en el caso de una persona que haya tomado anfetaminas es cinco veces superior al de un conductor que no las ha consumido al tomar el volante.
No uso de casco (por motociclistas), cinturón de seguridad y sistemas de retención infantil
Utilizar correctamente el casco por el motociclista, puede hacer que el riesgo de morir en un accidente de tránsito se reduzca hasta seis veces, y que el riesgo de sufrir lesiones cerebrales se reduzca hasta en 74%.
El uso del cinturón de seguridad puede reducir hasta en un 50% el riesgo de muerte entre los ocupantes del vehículo; y el uso de sistemas de retención infantil permite reducir hasta en 71% el riesgo de muerte entre los niños.
El celular y otros distractores durante la conducción
Existen muchos tipos de distracciones que pueden afectar a la conducción. La distracción debida al uso de teléfonos celulares es un motivo de preocupación que crece aceleradamente en el ámbito de la seguridad vial.
Los conductores que usan el teléfono mientras conducen tienen cuatro veces más probabilidades de verse involucrados en una colisión que los que no lo hacen. Esta distracción hace que se reduzca la velocidad de reacción (sobre todo para frenar, pero también frente a las señales de tránsito) y que el vehículo tenga tendencia a no mantenerse en el carril correcto y a no guardar las debidas distancias.
El uso del dispositivo manos libres no es mucho más seguro que usar el celular sin este dispositivo. Además, enviar mensajes de texto aumenta considerablemente el riesgo de un accidente.
Falta de seguridad de la infraestructura vial
El trazado vial puede afectar notablemente a la seguridad. Teóricamente, todas las vías deberían concebirse teniendo en cuenta la seguridad de todos los usuarios. Esto supondría asegurar que se cuente con servicios adecuados para peatones, ciclistas y motociclistas. Las calles completas para peatones, las ciclovías, los cruces seguros y otras medidas de ordenamiento vial son fundamentales para reducir el riesgo de lesiones entre los usuarios más vulnerables.
Falta de seguridad de los vehículos
La seguridad de los vehículos es esencial para evitar colisiones y reducir la probabilidad de que se produzcan traumatismos graves. Existen una serie de recomendaciones emitidas desde las Naciones Unidas en materia de seguridad vehicular que, si se aplicaran a los criterios nacionales de fabricación y producción, permitirían salvar muchas vidas.
Estas recomendaciones incluyen que los fabricantes de vehículos cumplan normas relativas a los impactos frontales y laterales, incluyan el control electrónico de estabilidad y equipen a todos los vehículos con bolsas de aire y cinturones de seguridad para todos los ocupantes y no solo para el conductor y copiloto. Sin esas normas básicas, aumenta considerablemente el riesgo de traumatismos causados por el tránsito, tanto para los ocupantes del vehículo como para quienes no viajan en él.
Atención insuficiente tras las colisiones
Las demoras para detectar la necesidad de asistencia a las víctimas de colisiones de tránsito y al prestarla, aumentan la gravedad de las lesiones. En la atención de estos traumatismos, el tiempo de reacción desempeña un papel extremadamente importante. Unos pocos minutos de demora pueden ser la diferencia entre la vida y la muerte.
Para mejorar la atención después de una colisión, es necesario abogar por que se pueda recibir oportunamente la atención prehospitalaria y mejorar tanto la calidad de esta atención como la de la hospitalaria, por ejemplo, mediante programas de capacitación especializada.
Cumplimiento insuficiente de las normas de tránsito
Si no se vigila el cumplimiento de las normas de tránsito que regulan la conducción bajo los efectos del alcohol, el uso del cinturón de seguridad, los límites de velocidad, el uso de casco en motociclistas y los sistemas de retención infantil, no se podrá lograr la reducción prevista por las metas globales de las Naciones Unidas. Por consecuencia, si no se hacen cumplir las normas de tránsito, o si existe esa percepción, es probable que no se respeten y, por consecuencia, su influencia en los comportamientos será mínima.
Para que estas normas se apliquen de manera efectiva es preciso establecer, actualizar periódicamente e implementar, a nivel nacional, municipal y local, normas y reglamentos para la prevención de los factores de riesgo ya mencionados. Esto incluye también definir las sanciones apropiadas.
Prevención
Los traumatismos por colisiones causadas por el tránsito se pueden evitar. Los gobiernos deben adoptar medidas para abordar la seguridad vial de manera holística. Esto requiere la participación de múltiples sectores, tales como los del transporte, la policía, la salud y la educación, así como del sector privado y de organizaciones de la sociedad civil. Pero además, es necesario que existan medidas que aborden la seguridad de las calles y carreteras, los vehículos y todos los usuarios de las vías.
Las intervenciones eficaces incluyen diseñar infraestructuras más seguras e incorporar características de seguridad vial en la planeación del uso del terreno y del transporte, mejorando las características de seguridad de los vehículos; mejorar la atención después de un accidente para las víctimas de accidentes de tráfico; promulgar leyes relacionadas con los principales riesgos; así como vigilar su cumplimiento, y aumentar la sensibilización pública.
Respuesta de la OMS
La OMS colabora con los Estados Miembros y con asociados de todos los sectores para apoyar la evaluación, la aplicación y la planificación de la seguridad vial. Como organismo encargado de la seguridad vial por el sistema de las Naciones Unidas, la OMS desempeña un papel fundamental en la tarea de orientar los esfuerzos mundiales mediante la promoción de la seguridad vial al más alto nivel, la recopilación y el intercambio de prácticas óptimas y la sensibilización sobre la seguridad vial.
La OMS actúa como secretaría del Decenio de Acción de las Naciones Unidas para la Seguridad Vial (2021-2030), que tiene como objetivo reducir las muertes y las lesiones debidas a accidentes de tránsito en al menos un 50% para 2030. Esto incluye convocar a nivel global a los responsables de los organismos nacionales de seguridad vial, elaborar informes sobre la situación mundial para hacer un seguimiento de los progresos y ofrecer asistencia técnica.
La OMS colabora con distintos asociados para prestar asistencia técnica a los países. Por ejemplo, trabaja con la Iniciativa Bloomberg para la seguridad vial en el mundo a fin de reducir el número de defunciones y traumatismos por colisiones causadas por el tránsito en distintos países de bajos y medianos ingresos.
La OMS preside el Grupo de Colaboración de las Naciones Unidas para la Seguridad Vial y organiza y alberga, junto con asociados clave, eventos de sensibilización de alto nivel, como las semanas de la seguridad vial de las Naciones Unidas y el Día Mundial en Recuerdo de las Víctimas de Accidentes de Tráfico, que se celebran anualmente.
-Compilado por Anasevi-14 diciembre 2023 –
