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ToggleEl incremento en el uso de motocicletas en México ha sido notable en los últimos años. De acuerdo con los datos de registro de motocicletas del INEGI, en 2015 había 2.6 millones de motocicletas registradas, cifra que se ha incrementado a 6.8 millones para 2022. Este aumento en el número de motocicletas ha venido acompañado de un preocupante incremento en los siniestros de tránsito relacionados con personas motociclistas. Las cifras de mortalidad han mostrado un incremento sostenido, pasando de 2,620 en 2015 a 5,955 en 2023. Paralelamente, el número de personas lesionadas gravemente en siniestros que involucran motocicletas ha escalado de 12,364 en 2015 a 27,568 en 2023.
Las personas motociclistas tienen 11.8 veces más riesgo de sufrir lesiones graves en comparación con otros ocupantes de vehículos y 48 veces más riesgo de perder la vida. Además, el 17% de las lesiones ocurren en la cabeza, lo que subraya la importancia crucial del uso del casco protector pero que sea certificado. Sin embargo, en México, no más del 40% de las personas motociclistas utilizan un casco de seguridad certificado, lo que agrava la situación de riesgo.
El uso de un casco de seguridad certificado no solo es una medida preventiva, sino que tiene un impacto significativo en la reducción de la mortalidad y la gravedad de las lesiones: reduce en un 39% la probabilidad de morir y en un 89% la probabilidad de sufrir lesiones graves. A pesar de estos beneficios evidentes, el incumplimiento de esta normativa sigue siendo un problema significativo. Las autoridades han implementado multas y sanciones específicas para quienes no utilicen el casco de seguridad, con el objetivo de fomentar su uso y reducir el número de víctimas en siniestros viales.
Marco Legal
En el marco de la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial, se establece la obligatoriedad del uso de casco tanto para conductores como para pasajeros de motocicletas, especificando que dicho casco debe cumplir con la Norma Oficial Mexicana aplicable. Además, la ley subraya la responsabilidad de las autoridades para realizar operativos de control que incluyan la vigilancia del uso de cascos, entre otros aspectos relacionados con la seguridad vial, como el control de velocidad y alcoholimetría.
En la Ciudad de México, el Reglamento de Tránsito establece en su artículo 27 que los motociclistas deben usar un casco protector diseñado específicamente para este fin. La multa por incumplir esta norma es de 2,171.40 pesos, equivalente a 20 Unidades de Medida y Actualización (UMAs).
Multas y sanciones en algunas entidades federativas
- Estado de México: En el Estado de México, la multa por no usar casco en una motocicleta es de 10 a 20 veces el valor diario de la Unidad de Medida y Actualización (UMA) vigente, lo que equivale a $1,085.70 a $2,171.40. Esta multa se aplica tanto al conductor como a sus acompañantes.
- Puebla: En el estado de Puebla, la multa por no usar casco de seguridad en motocicleta es de 8 a 12 UMA, o entre $1,523.70 y $2,171.40 pesos mexicanos.
- Jalisco: A partir del 5 de agosto de 2024, los motociclistas de Jalisco que no lleven un casco de seguridad certificado o no lo lleven correctamente deberán pagar una multa de entre 1,850 y 3,257 pesos. Esta multa se establece según la Ley de Movilidad y Seguridad Vial del estado de Jalisco.
- Nuevo León: En Nuevo León, la multa por no usar casco en una motocicleta es de $1,628.60 a $2,171.40, equivalente a 15 a 20 Unidades de Medida y Actualización.
- Veracruz: En Veracruz, la multa por no usar casco de protección para el conductor y pasajero de una motocicleta en 2024 es de 16 a 30 Unidades de Medida y Actualización (UMA), lo que equivale a $1,737.12 a $3,257.10. No usar casco de seguridad se considera una infracción grave y está destinada a prevenir y disminuir siniestros que afecten la salud e integridad física de los veracruzanos.
- Guanajuato: En Guanajuato, la multa por no usar casco al conducir una motocicleta es de 10 a 20 UMA, lo que equivale a entre $1,085.70 y $2,171.40 pesos mexicanos. Los pasajeros de la motocicleta también están obligados a llevar casco de seguridad, y si no lo hacen, el conductor es el responsable y quien paga la multa.
Impacto de las multas en el comportamiento del usuario
A pesar de las sanciones, el uso del cascos certificados no está tan generalizado como debería. Estudios han mostrado que la percepción de riesgo entre los motociclistas sigue siendo baja, especialmente entre los jóvenes. A esto se suma la falta de vigilancia y la percepción de impunidad, lo que hace que muchos motociclistas decidan no usar el casco o utilizar cascos de baja calidad que no cumplen con las normativas de seguridad.
El uso del casco por parte de motociclistas ha sido ampliamente estudiado en diferentes contextos alrededor del mundo, y los hallazgos son consistentes: la implementación de sanciones efectivas es crucial para mejorar el cumplimiento de esta normativa.
Evidencia científica sobre el efecto de las sanciones
- Disuasión a través de sanciones económicas: Diversos estudios han demostrado que la imposición de sanciones económicas sustanciales tiene un efecto disuasorio significativo sobre comportamientos peligrosos. Por ejemplo, una revisión sistemática de Ivers et al. (2007) encontró que el aumento en la severidad y certeza de las sanciones está asociado con un incremento en el uso de cascos entre motociclistas. Este efecto es especialmente pronunciado cuando las multas se combinan con una alta visibilidad de la vigilancia policial, lo que aumenta la percepción de riesgo de ser multado.
- Percepción de riesgo y cumplimiento: La teoría del comportamiento planeado sugiere que las sanciones afectan el comportamiento al modificar la percepción de riesgo de sanción. Si los motociclistas creen que es probable que sean multados por no usar casco de seguridad, es más probable que lo usen. Un estudio realizado por Adams y Povey en Nueva Zelanda, donde se introdujeron sanciones más estrictas, mostró un aumento inmediato y sostenido en el uso del casco, correlacionado con una disminución en las tasas de lesiones graves y mortalidad en motociclistas.
- Eficacia de las sanciones escalonadas: Además, la evidencia respalda el uso de sanciones escalonadas, donde las multas aumentan con cada infracción sucesiva. Esto no solo desincentiva la reincidencia, sino que también refuerza la percepción de riesgo con cada nuevo incumplimiento, como se observó en un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que evaluó políticas de seguridad vial en países de ingresos medios.
- Combinación con campañas de concienciación: Sin embargo, la mera existencia de sanciones no es suficiente. Es crucial que las multas sean parte de una estrategia integral que incluya campañas de concienciación. La evidencia sugiere que las campañas educativas que acompañan la imposición de sanciones refuerzan los cambios en el comportamiento. Un meta-análisis de Zaza et al. mostró que las intervenciones combinadas (sanciones más campañas de concienciación) son significativamente más efectivas para aumentar el uso del casco de seguridad que las sanciones o campañas por separado.
Las sanciones, cuando se implementan de manera efectiva y se acompañan de una vigilancia estricta y campañas de concienciación, pueden tener un impacto significativo en el comportamiento de los motociclistas, reduciendo las tasas de lesiones graves y mortalidad. Sin embargo, la percepción de riesgo y la consistencia en la aplicación de las sanciones son factores clave que determinan la eficacia de estas medidas.