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ToggleEn el artículo anterior hablamos del tema de la velocidad, excesiva e inadecuada– como uno de los principales factores de riesgo relacionados con la ocurrencia de hechos de tránsito, su relación con otros elementos del sistema vial, como es la infraestructura y los vehículos, entre otros.
El control de la velocidad abarca un conjunto de medidas integradas que llevan a los usuarios de las vías de tránsito a circular a una velocidad segura y, en consecuencia, reducir el número de colisiones y las lesiones graves o las fatalidades.
En este blog nos referiremos a las medidas más importantes que sugiere la organización mundial de la salud.
Medidas que contribuyen a controlar y gestionar la velocidad en las vialidades que la Organización Mundial de la Salud recomienda
1. Construir o modificar las vías de tránsito a fin de incluir características que ralenticen el tráfico
Las medidas de control de la velocidad deben verse reflejadas en el diseño o rediseño de las vías de tránsito. Se puede limitar la velocidad incorporando rotondas, badenes, tramos sinuosos y bandas rugosas.

Las mejores prácticas indican que cuando el tránsito de vehículos motorizados se superpone al de los peatones y ciclistas, las velocidades de circulación deben ser inferiores a 30 km/h. Solo deben permitirse velocidades superiores cuando los bordes de las vías de tránsito son seguros, existe una separación entre los medios de transporte, las intersecciones están diseñadas correctamente y se separa a los distintos tipos de usuarios.
2. Fijar límites de velocidad adecuados a la función que cumple cada vía de tránsito
El establecimiento de límites de velocidad a nivel nacional, urbano y local, adecuados a la función que cumple cada vía de tránsito, es un paso importante para reducir la velocidad.
En las vías de tránsito por las que transitan automóviles, peatones, ciclistas y otros usuarios vulnerables, el límite de velocidad seguro es de 30 km/h. Para lograr estos límites, las autoridades locales deben tener atribuciones legislativas para reducirlos a los valores necesarios para proteger mejor a todos los que usan la vía pública.
Además, se deberá informar a los conductores de los límites de velocidad de esa vía de tránsito empleando carteles en los que se indique el límite legal y aplicando la ley de manera rigurosa.
3. Hacer cumplir los límites de velocidad
Las medidas de aplicación son fundamentales para que se cumplan efectivamente los límites de velocidad. El tipo de medidas que se adopten para hacer cumplir los límites de velocidad pueden ser distintas, según el contexto, e incluye métodos manuales y automatizados.
Los datos probatorios han demostrado que el uso de medidas de aplicación mediante el control automatizado de la velocidad es el esquema más eficaz para lograr reducirla.
El Reglamento de Tránsito de la Ciudad de México establece varias normas respecto a los límites de velocidad: Algunas de las infracciones por exceso de velocidad son.
- Sobrepasar la velocidad máxima de 80 km por hora en los carriles centrales en las vías principales: Multa entre $1,037. 4 y $2,074.8
- Conducir en vías primarias a una velocidad mayor a la máxima de 50 km por hora: Multa entre $1,037. 4 y $2,074.8
- Sobrepasar la velocidad máxima de 40 km en vías secundarias: Entre $518.7 y $1,037.4.
- Incumplir la norma de manejar a 30 km en zonas de tránsito calmado: Multa entre $1,037. 4 y $2,074.8
- Conducir a una velocidad superior a 20 km en zonas escolares, hospitales, etc. Multa entre $1,037. 4 y $2,074.8 para conductores de servicio privado y de $2,074.8 a $3,112.2 a conductores de servicio público.
4. Lograr que los dispositivos tecnológicos se conviertan en parte integrante de los vehículos
Las tecnologías de seguridad de los vehículos pueden contribuir enormemente a mejorar la seguridad en la vía pública. Por ejemplo, los sistemas inteligentes de asistencia de la velocidad (ISA por su sigla en inglés) pueden mejorar el respeto de los límites de velocidad por parte de los conductores, advirtiéndoles cuando circulan a velocidades mayores a las indicadas en las señales.
Por otra parte, los sistemas autónomos de frenado de urgencia (AEB por su sigla en inglés) pueden contribuir a que los conductores eviten o mitiguen las colisiones con otros vehículos o con usuarios vulnerables de la vía pública.
5. Sensibilizar sobre los riesgos del exceso de velocidad
Las campañas en los medios de difusión, junto con otros enfoques sobre el control de la velocidad, no solo sirven para sensibilizar sobre los riesgos de exceder los límites de velocidad, sino también permiten lograr mayor apoyo del público a la promulgación de nuevas leyes, el empleo de medidas de aplicación más estrictas y el uso de sanciones más contundentes.
Estas iniciativas pueden ayudar a los estados municipio a reducir las colisiones relacionadas con la velocidad y alentar al mismo tiempo formas de transporte no motorizado: usar la bicicleta y trasladarse a pie (más seguras), que a su vez tienen ventajas para la salud.
Las iniciativas de control de la velocidad también contribuirían a reducir los niveles de emisiones y el ruido del tránsito, haciendo que las calles sean más habitables.