Peligros de la conducción nocturna

Conducir de noche puede parecer una opción conveniente para muchas personas que buscan evitar el tráfico o la incomodidad de conducir con calor y bajo los rayos del sol. Sin embargo, la conducción nocturna presenta desafíos y riesgos importantes, al exponerse a condiciones de inseguridad y de carreteras e infraestructura vial en malas condiciones, así como a otros peligros que pueden incidir en la ocurrencia de siniestros viales, estos aumentan en temporada de fiestas decembrinas.

Peligros de la conducción nocturna
Peligros de la conducción nocturna

¿Cómo afecta la falta de luz de día en la conducción?

Un conductor recibe a través de la vista aproximadamente el 90% de la información del tráfico, y su calidad está condicionada por su capacidad de percepción visual, resultado de diferentes tipos de estímulos:

  • Sensación luminosa, se refiere a las variaciones de intensidad de luz.
  • Sensación de las formas, o agudeza visual.
  • Sensación cromática, o la capacidad de reconocer los colores.

Estos tres procesos quedan perturbados, reduciéndose la capacidad visual nocturna de 1/20 respecto a la capacidad con luz de día, que somete a la vista y al cerebro a unos esfuerzos mayores para poder actuar con rapidez y eficacia. En condiciones climatológicas adversas, la capacidad visual se complica aún más.

¿Cuáles son los riesgos de la conducción nocturna?

  • Pérdida de agudeza visual y disminución del campo visual.

Durante la noche, incluso los conductores con buena vista enfrentan dificultades debido a la disminución de la visibilidad. La oscuridad puede causar fatiga visual y un aumento en el cansancio, afectando la capacidad de concentración y reacción del conductor. Lo anterior puede ser fatal si, por ejemplo, conduces por una calle o carretera poco iluminada y de manera inesperada logras ver a un ciclista, un peatón o un animal silvestre en el camino.

Peligros de la conducción nocturna en Mexico
Peligros de la conducción nocturna en Mexico
  • Dificultad para percibir velocidad y movimiento

En la oscuridad no apreciamos ni velocidad ni movimiento, y esta puede ocultar peligros visibles con luz diurna. Cuando un vehículo disminuye su velocidad o se detiene, es común no percibirlo a tiempo, ya que la oscuridad oculta el movimiento. 

  • Identificación tardía de señalización vial

Cuando se conduce en la noche, es común requerir de mayor tiempo para identificar e interpretar correctamente la señalización vial vertical, horizontal y de balizamiento, por lo que se suelen cometer errores al no identificar una señal de desvío, curva, límite de velocidad, entre otros.

  • Sufrir deslumbramiento por los faros de los vehículos que vienen de frente.

Existen situaciones en que los riesgos incrementan al conducir de noche, particularmente en carreteras de doble sentido, en donde los faros de un coche en sentido opuesto deslumbran, ya sea porque están mal alineados o llevan las luces altas, dejando momentáneamente sin visión.

  • Monotonía, fatiga y cansancio. 

El cuerpo humano está programado para relajarse y prepararse para dormir cuando oscurece. La conducción nocturna, por lo tanto, puede inducir somnolencia, poniendo en riesgo la seguridad vial. Se recomienda llevar agua y café, y hacer paradas frecuentes para mantenerse alerta. Asimismo, es frecuente la aparición de la monotonía, fatiga y cansancio, especialmente entre las 4 y las 6 de la mañana donde baja nuestro nivel de alerta.

Recomendaciones para una conducción nocturna segura

Como conductor sabes que mantenerte alerta y responsable en todo momento de tu actuación al mando del vehículo. Aquí te proponemos algunas medidas para prevenir hechos de tránsito mientras conduces de noche:

  • Mantén una velocidad prudente y adecuada a las condiciones de la carretera y el medio ambiente, de modo que sea posible detener totalmente el vehículo dentro del campo de iluminación de los faros. Con luces bajas, la velocidad máxima recomendada es de 90km/h.
  • Preserva una distancia de seguridad no inferior a tres segundos con el vehículo que te precede.
  • Aumenta la frecuencia de mirada por los espejos retrovisores, al menos cada 10 segundos.
  • Aumenta las paradas, tomándose tiempo para recuperarse y proceder a la limpieza de los cristales de los faros, parabrisas,
  • Enciende las luces media hora antes de la puesta del sol.
  • Si aparecen síntomas de la fatiga o dificultad, debes mantener la concentración, parar, hacer un ejercicio suave, ingerir algún alimento y/o bebida energizante.
  • Ante los síntomas de la somnolencia o dificultad para mantenerte concentrado, parar, descansar al menos 20 minutos y tomar un café o bebida estimulante. Si persiste el cansancio, dormir cuanto se necesite.
  • Utiliza las luces altas siempre que sea posible, y hacer los cambios inmediatamente ante la posibilidad de deslumbrar a otros conductores. Cuando seas rebasado, mantener las luces altas solo hasta que el otro vehículo se ponga a nuestra altura, y en ese momento hacer el cambio a luces bajas.
  • Reduce la intensidad de la luz del tablero de instrumentos o lámparas internas. Cuanta más luz haya en el interior, peor se ve el exterior.

La conducción nocturna requiere una preparación y precaución adicionales. Comprender estos riesgos y tomar medidas preventivas es esencial para garantizar viajes seguros y reducir la probabilidad de siniestros viales.

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