¿Sabes a qué edad pueden los niños utilizar el cinturón de seguridad mientras viajan en un vehículo?

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), los traumatismos ocasionados por el tránsito son la principal causa de muerte entre las y los niños y los jóvenes de 5 a 29 años. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) registra que en América Latina cada media hora muere un niño víctima de un siniestro vial.

En México, de acuerdo con la Información de Decesos por Siniestros de Tránsito (Inegi, 2020), durante el año 2019 murieron 783 niños menores de 14 años en algún accidente de tránsito, es decir, 2 niños cada 24 horas.

Sin embargo, y a pesar de que el uso correcto de un Sistema de Retención Infantil (SRI) o silla de bebé podría salvar la vida de niñas y niños en caso de un siniestro de tránsito, en México sólo el 16% de niños menores de 12 años viajan en uno, y de esos, según la experiencia de los técnicos expertos, la mayoría van mal instalados.

¿Cuándo pueden los niños utilizar el cinturón de seguridad?

De acuerdo con la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial de México, los niños deben utilizar Sistemas de Retención Infantil (SRI) hasta los 12 años de edad o hasta alcanzar una estatura de 1.45 metros.

Si bien la mayoría de los niños no estarán listos para usar solo el cinturón de seguridad hasta que tengan 12 años, es muy importante considerar que además del rango de edad, el niño debe tener la estatura y tamaño adecuados, idealmente alrededor 1.45 m de altura.

El niño debe poder sentarse con la espalda apoyada contra el respaldo del asiento, las rodillas dobladas cómodamente sobre el borde del asiento y los pies apoyados en el piso, pues solo al cumplir estas condiciones se logrará el ajuste adecuado del cinturón de seguridad. Se recomienda que los niños menores de 13 años viajen siempre en el asiento trasero del vehículo.

Hasta que el niño cumpla con los requisitos de edad, tamaño y ajuste adecuado del cinturón, se debe utilizar un asiento de seguridad o asiento elevador apropiado para su edad y estatura.

¿Cómo garantizar la seguridad de los niños que aún no pueden utilizar el cinturón de seguridad?

Los sistemas de retención infantil (SRI), comúnmente conocidos como sillas portainfantes, son dispositivos diseñados para proteger a los niños durante los viajes en automóvil.

Según estudios, el uso correcto de los SRI reduce las lesiones entre un 90% y un 95% en sistemas orientados hacia atrás, y en un 60% en los orientados hacia adelante.

También, se ha demostrado que mantener a los niños mirando hacia atrás incrementa la protección entre tres a cinco veces y que los niños de cuatro a ocho años de edad corren un considerable menor riesgo de sufrir lesiones al utilizar asientos elevadores comparados con el uso de cinturones de seguridad para adultos.

El estudio elaborado por MAPFRE con el apoyo de la Fundación Gonzalo Rodríguez, también señala que un factor de riesgo relevante es la localización del niño en el vehículo: Los niños que usan los SRI tienen un 15% menos de riesgo de resultar heridos al estar sentados en la parte trasera del vehículo que los que van sentados en la parte delantera.

Los niños que no usan los SRI tienen un 25% menos de riesgo de resultar heridos al estar sentados en la parte trasera del vehículo que los que van sentados en la parte delantera.

Origen de los SRI

Si bien el origen de estos aditamentos de seguridad tiene más de 60 años, su uso aún no se ha generalizado lo suficiente, particularmente en los países de ingresos medios y bajos, para contener las fatalidades y lesiones en niños a bordo de un vehículo.

En 1964, el profesor Bertil Aldman construyó el prototipo de lo que será la primera silla infantil para automóvil orientada de espaldas a la marcha. Se probó por primera vez en un Volvo PV544 3 años después la marca sueca Klippan diseñó y fabricó la primera silla infantil para el coche con instalación de espaldas a la marcha.

En 1967, en Estados Unidos aparece el primer modelo de silla infantil probado dinámicamente. Se instalaba de frente a la marcha. Ese mismo año Ford presenta su modelo Tot Guard, del que derivan las actuales sillas con escudo.

Thomas Turbell, en 1975, inició en Suecia la primera normativa sobre sillas de auto infantiles: VVFS 2003:29, conocida posteriormente como T Standard, y que ya pone el foco en la carga que recibe el cuello del niño en la deceleración.

El T Standard era la prueba que debían superar las sillas para comercializarse en Suecia. Únicamente la superaban, y aún sigue siendo así, sillas de espaldas a la marcha.

Un año después, Volvo presentó el primer asiento elevador para niños de 4 años en adelante. El riesgo de lesiones se reducía hasta un 75% con su uso, y supuso una

solución para la seguridad de los niños que, finalizada la etapa de espaldas, se exponían al cinturón de seguridad.

Evolución en diseño y materiales

Los SRI han evolucionado desde simples asientos sin medidas de seguridad hasta sistemas sofisticados con arneses, protecciones laterales y sistemas de absorción de impactos.

Si bien retener el cuerpo dentro del vehículo es un primer paso básico, para que las lesiones producidas por dicha retención sean las mínimas hay que considerar dónde y cómo debe el sistema de retención ejercer la fuerza que precise el control del movimiento del ocupante.

El diseño del sistema de retención debe tener como pilar básico la respuesta del cuerpo humano ante la acción de fuerzas externas de magnitudes elevadas, que son las que aparecen en los vehículos en movimiento. Es decir, retener es una cosa, pero proteger a la vez que se retiene es otra muy distinta.

Esta idea, que resulta clave en el desarrollo de sistemas de retención ampliamente implantados como el cinturón de seguridad de 3 puntos, sorprendentemente no estuvo presente en el desarrollo original de los sistemas de retención para niños.

En cuanto a los materiales que se utilizan actualmente para su elaboración, se encuentran las espumas viscoelásticas, capaces de absorber y distribuir la energía de un impacto, protegiendo al niño. La viscoelasticidad se logra utilizando materiales que tienen una estructura molecular que les permite deformarse y volver a su forma original después de un impacto.

La capacidad de absorción de un golpe de un SRI, se mide por el grosor de la capa de viscoelástica, y no por el relleno de espuma que compone el acolchado de la silla. Esto último simplemente mejora la comodidad, pero no la seguridad.

Normativas

En 1982 nació en Europa la primera normativa para sillas de auto infantiles (ECE R44), de ámbito global y de obligado cumplimiento para los países que se adhieran a ella. Posteriormente se desarrollo la ECE R129 o i-Size (Europa) y FMVSS No. 213 (Estados Unidos) que regulan los estándares de seguridad de los SRI.

En 1999 se publicó el primer estándar ISOFIX (ISO 13216-1) para Europa y LATCH (Estados Unidos) para facilitar la instalación segura de los SRI en los vehículos.

De acuerdo con la asociación El poder del consumidor, actualmente México no cuenta con una normativa que regule las características y certificaciones de los SRI para ser comercializados. La ausencia de normativa representa un riesgo para los menores, pues existen productos no certificados a la venta y estos podrían poner en peligro la vida de los niños al no poder comprobar sus estándares de fabricación.

Es por ello que, resulta necesario que la autoridad reguladora, perteneciente a la Secretaría de Economía, publique un anteproyecto para contar muy pronto con Norma Oficial Mexicana (NOM) de SRI como complemento de la Estrategia Nacional de Movilidad y Seguridad Vial.

¿Cuál es la diferencia principal entre el sistema ISOFIX y el Latch?

La principal diferencia entre los sistemas ISOFIX y LATCH radica en el diseño de los conectores inferiores utilizados para anclar las sillas de automóvil para niños al vehículo: ISOFIX utiliza conectores inferiores rígidos de metal que se enganchan directamente a los anclajes del vehículo.

Son generalmente más intuitivos y fáciles de instalar, ya que solo se deslizan horizontalmente y se empujan hacia adentro para quedar fijos. LATCH utiliza conectores inferiores flexibles con correas ajustables y ganchos que se engancha a los anclajes del vehículo. Requieren tirar de las correas para tensar y ajustar la silla hasta que quede bien sujeta.

En cuanto a seguridad, ambos sistemas se consideran igualmente seguros cuando se instalan correctamente. Sin embargo, algunos estudios sugieren que los conectores rígidos de ISOFIX pueden limitar de manera más efectiva los movimientos laterales y hacia adelante/atrás en caso de accidente.

Elección del SRI adecuado

Los principales criterios que deber tomar en cuanta para la seccionar un SRI es que esté adecuado para la edad, peso y altura del niño así como de que cumpla con las normativas vigentes, como la ECE R44/04 o la i-Size (R129) en Europa o FMVSS No. 213 (Estados Unidos).

Recomendaciones para la adecuada colocación y uso de SRI

  • El lugar más seguro para instalar el SRI es el asiento trasero del vehículo, preferiblemente en el centro, ya que está más alejado de los impactos laterales.
  • Utiliza el sistema de anclaje adecuado, ya sea ISOFIX o el cinturón de seguridad del vehículo. Asegúrate de seguir las instrucciones del fabricante del SRI para una instalación correcta.
  • Los niños deben viajar en sentido contrario a la marcha (orientados hacia atrás) hasta al menos los 15 meses de edad, o preferiblemente hasta los 4 años, ya que esta posición ofrece una mejor protección para la cabeza, cuello y columna vertebral.
  • Asegúrate que los arneses del SRI estén bien ajustados y no tengan holguras. Los arneses deben pasar por encima de los hombros del niño y estar a la altura correcta.
  • La hebilla del arnés debe estar a la altura del pecho del niño, no en el abdomen.
  • Evita que el niño lleve ropa voluminosa, como abrigos gruesos, que puedan interferir con el ajuste adecuado del arnés.
  • A medida que el niño crece, actualiza el SRI a uno que sea adecuado para su nueva edad, peso y altura. No utilice SRI que hayan estado involucrados en un accidente, ya que pueden haber sufrido daños no visibles.

 

Como adulto eres responsable de la seguridad de los niños que viajan en el automóvil: protégelos utilizando este tipo de aditamentos que salvan vidas. Menos del 40% de los padres sabe cuál es el lugar más seguro para colocar el SRI, por lo que es importante educarse y seguir las recomendaciones de seguridad. Seguridad vial somos todos.

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