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ToggleDurante el mes de enero enfocamos nuestra atención en un tema crucial: la seguridad vial y cómo los distractores afectan nuestra capacidad de conducir de manera segura. La conducción distraída no es un problema menor; es un factor de riesgo generador de hechos de tránsito y, cada vez en mayor medida, causante de lesiones graves y pérdidas de vidas.
Pero, ¿qué es la conducción distraída?
Conducir distraído ocurre cuando el conductor desvía su atención de la carretera. Esto puede ser desde acciones rutinarias como tomar café, cambiar la estación de radio, voltear a ver publicidad en espectaculares o mirar el espejo retrovisor, hasta actividades más riesgosas como enviar mensajes de texto. Cualquier comportamiento que disminuya la atención mental necesaria para una conducción segura se considera una distracción.
La OMS/OPS y la NHTSA definen la distracción del conductor como “la desviación de su atención de las actividades críticas para una conducción segura hacia otras actividades” (WHO, 2010).
La complejidad de conducir
Conducir es una tarea que requiere la coordinación de múltiples habilidades mentales y físicas. Las distracciones causan retrasos en el reconocimiento de la información crucial para conducir de manera segura, aumentando el riesgo de hechos de tránsito.
Tipos de distracción
Existen cuatro tipos reconocidos de distracción:
1. Distracción Visual
Ocurre cuando el conductor mira algo que no está relacionado con la conducción.
2. Distracción Cognitiva
Sucede cuando la mente del conductor está ocupada con pensamientos ajenos a la situación vial.
3. Distracción Física
Se da cuando el conductor usa sus manos para algo más que no sea el control del vehículo.
4. Distracción Auditiva
Aparece al escuchar sonidos fuertes como música a alto volumen, llamadas telefónicas, la sirena de las ambulancias, y otros sonidos.
Fuentes de Distracción
Dependiendo del entorno al interior y al exterior del vehículo, una o varias de estas categorías pueden estar presentes en cualquier momento de la conducción y por tanto tener efectos adversos, como un choque o atropellamiento.
Distracciones Internas
Las distracciones internas son las que ocurren al interior del vehículo y pueden incluir hablar, comer, fumar, usar el radio o los aparatos de entretenimiento, los niños en el vehículo y su comportamiento, mover objetos dentro del auto, y, por supuesto, usar el teléfono celular para llamadas, incluso con manos libre, textear, etc. además de los diferentes tipos de dispositivos electrónicos integrados o no a los vehículos como son los sistemas de navegación GPS, cámaras fotográficas y de video, entre otros.
Distracciones Externas
Las distracciones externas al vehículo pueden surgir cuando el conductor observa elementos del contexto o del paisaje, a personas o situaciones que se encuentran fuera del vehículo, como pueden ser anuncios espectaculares o señalética.
Factores que influyen en el nivel de distracción durante la conducción
Conducir es una tarea compleja, que requiere coordinación entre múltiples facultades mentales y físicas y las distracciones generan un retraso en el reconocimiento de la información necesaria para hacerlo con seguridad (Abdulkader, et al.,2019). Por ello, es esencial comprender las prácticas de conducción distraída para regularlas y reducir el riesgo de accidentes.
El peligro de distracción que afecta el rendimiento del conductor depende de una variedad de factores que incluyen: Los factores que influyen en las distracciones durante la conducción pueden ser complejos o simples. Pueden ser cortos o de mayor duración, y pueden darse frecuentemente o ser ocasionales.
Todo ello con el potencial de agravar las consecuencias de la distracción. Pueden ocurrir distracciones en caminos rectos y sin dificultades, teniendo menor posibilidad de ocasionar un accidente, pero también en situaciones urbanas complejas, por ejemplo, durante la interacción con otros vehículos de motor o vehículos no motorizados (bicicletas o los patines). También influye la densidad y el flujo de los peatones que circulan en la vía.
Conductores más propensos a un choque por distracción
Se sabe que otros factores como género, experiencia (en tiempo conduciendo), el uso de telefonía con manos libres, entre otros, pueden influenciar la posibilidad de sufrir un accidente debido a la distracción.
El desarrollo cognitivo-conductual que tiene lugar durante la adolescencia hace que los conductores jóvenes sean más propensos a la distracción, lo que puede provocar un mayor impacto en la conducción del que implica para conductores maduros.
Por otra parte, los conductores mayores tienen capacidades visuales y cognitivas disminuidas, lo que también les dificulta realizar dos tareas simultáneamente, como se manifiesta en un mayor tiempo de reacción mientras conducen.
La prevención de la conducción distraída es fundamental para la seguridad vial. Es responsabilidad de cada conductor mantenerse enfocado en la carretera y evitar distractores, garantizando así no solo su seguridad sino también la de los demás en la vía.
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